Lima-Perú - viaje junio 2022


 Lima - Perú (junio 2022 - post-pandemia)

Mi Lima querida y mi Lima de antaño.  ¡Cómo te extraño! Hacía más de dos años que no iba a mi tierra natal por causa de la pandemia. Pensaba mucho en mis hermanos, mi sobrino y en los demás familiares y, luego que bajaron un poco las medidas drásticas de viajar al Perú, me animé a ir y, como siempre, agité a todos para nuestro gran encuentro. Era un Festival familiar que se avecinaba y todos comenzaron a hacer sus listas y preparativos para hacer los manjares criollos para esa fecha tan especial y fuera del acostumbrado 30 de octubre.  Nuestro reencuentro post-pandémico tuvo que ser en junio del 2022!  Todos estamos bien, con salud, gracias a Dios.  Otro de mis objetivos de este viaje fue hacer mis compras. ¡Traerme Lima entera! que ya me hacía falta los condimentos y aderezos y muchas cosas más. Además de algunas ropitas de algodón pyma para una personita muy especial.  Pero, infelizmente y dado a que el real estaba tan devaluado, las cosas me parecían absurdamente caras! demasiado caras, pero por nada del mundo perdía mis objetivos (claro que en menor cantidad).

Solo tenía una semana para hacer todo lo que me había propuesto y aparte que continuaba trabajando a distancia. O sea, en realidad eran 4 días aprovechando el feriado y el fin de semana.  Junto con mi hermana nos fuimos al centro de Lima y Mercado Central.  El último recuerdo que tenía del centro de Lima, Plaza Mayor y sus alrededores era muy bello.  Florido y lleno de tradición.  Pero tal fue mi tristeza al verla convertida en una área militar.  Llena de policías tercos y recios que botaban a todos los que se aproximaban. No había pase, no podíamos llegar hacia la Plaza de Armas y creo que muchos peruanos que no van por esas zonas, desconocen tal prohibición.  Parece ser que el Señor Presidente quiere todo el centro de Lima solo para él..o acaso ¿le teme a algo?  


Ya no está más la flamante alameda de Chabuca Grande con sus ricos dulces a venta.. el correo que era una construcción tan linda, dejó de existir.  Parece que hubiese habido ¡un terremoto! Todo cerrado con tablas, maderas, plástico empolvado, horroroso de ver y triste a la vez. Todo eso partió mi corazón.  Los pocos turistas que antes se paseaban en buses de turismo de dos pisos para ver Lima Colonial, ahora se algomeraban en grupos pequeños desde una esquina de la Plaza de Armas para ver desde lejos y a través de rejas, los imponentes balcones y la Catedral de Lima, que tampoco se puede acudir. Desparecieron las tiendas y los restaurantes. Nada funciona.. ni la Municipalidad de Lima.  Todos han sido distribuidos a pequeños locales por los alrededores.  Yo quería enviar una tarjeta por correo y costó trabajo buscar y encontrar el Servipost.  Y para enviar la tarjeta ¡fue toda una odisea! No sé si alguien envía algo hoy en día, pero nadie me lo había comentado. Es necesario presentar documento de identificación, te sacan fotografía con una cámara digital, hay que colocar las digitales y por poco no me piden mi DNA!  ¡Es increíble!!!  Y encima ¡caro el envío! 


Esta era la Plaza de Fco. Pizarro. Hasta el monumento lo han sacado. 

La tapada Limeña.  Y así tapada hay que andar hoy en día

La tapada Limeña es un ícono peculiar y sensual desde la época del Virreynato (siglo XVI) cubriendo desde su cabeza hasta los pies con las sayas o faldones y un manto dejándose ver un solo ojo.   Las tapadas limeñas sorprendieron al mundo con la libertad que les daba ir cubiertas por completo, lo que les hacía anónimas en una época de restricciones, convirtiéndose así en todo un símbolo de la capital peruana. 

Después de andar todo el centro yo me sentía como si hubiese vuelto en el tiempo al año de 1975, época de un gobierno militar en ese entonces.  Solo quedan los lindos recuerdos de mi infancia con una Lima elegante, limpia y con sus iglesias monumentales. Y Miraflores, por su parte, aquel barrio turístico, también ha decaído y no sé si por la pandemia o porque todo el comercio del centro tuvo que ir en busca de nuevos negocios y es por eso que están instalados en todo Miraflores. Hay ambulantes, las tiendas con ropas más accesibles para el pueblo, no se ve calidad y tampoco el barrio pituco y bohemio de antes. Hasta Larcomar creo que desaparecerá en breve.  Existe una cavidad tan profunda en el cerro que da al mar... en cualquier momento eso se desploma. Hay menos restaurantes y el servicio deja mucho que desear. 

Pero no todo es trágico. Hay otros barrios que han salido adelante, están bonitos y ¡se encuentra de todo! ¡Y la comida se impone siempre! Hablando de comida, tal fue mi sorpresa al saber que los restaurantes de Gastón Acúrio fueron comprados por inversionistas bolivianos... :(

Y bien, continuando con el relato, tuve la oportunidad de ver en primer lugar a mi amiga y querida comadre, Mapy.. la pasamos super bien, comimos chifa ¡que adoro! y conversamos por largo rato. Ella está igualita, ¡una persona maravillosa!  A propósito aqui una foto del famoso Wantán. 

También vi a mis amigas de la promoción Bilingue, un lindo grupo formado por 15 chicas y con  agradables conversaciones, a algunas nos las había visto por más de ¡40 años! como el caso de Gilda Villanueva que había llegado de Virginia. Fue lindo el reencuentro y muchas novedades que por lo visto teníamos un común denominador que eran nuestros hijos primogénitos, en lo que se refiere a que avisan ¡un día antes que se van a casar! 


Y quien visita Lima por supuesto que tiene que probar todas las deliciosas comidas, dulces y la bebida de sabor nacional: Inca Kola.

                           

Y después de largas caminatas a medida que me recargaba con la brisa de nuestra costa y el Océano Pacífico, nos reunimos para el Festival de la Familia.


Nuestro festival familiar es siempre en homenaje a nuestra abuelita Mamá Lucía que le gustaba organizar almuerzos y comidas y siempre sus ricos postres peruanos.  Entonces, cada miembro de la familia prepara su mejor manjar para compartirlo y así reuirnos, conversar sobre nuestras épocas, reirnos y pasarla muy bonito.  Me quedé muy contenta que mi causa de pollo les gustó y hasta ¡rasparon la fuente! Con mi hermana también preparamos nachos y guacamole, que fue bien acogido. 



Y asi fue el regreso viendo el Lago Titicaca, los Andes sin nieve y la llegada por Rio de Janeiro.  ¡Hasta mi próximo viaje!

¡Gracias a todos quienes me recibieron con tanto cariño y en especial a mis hermanitos!


 












 








 


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