Historia de Mis Souvenirs: L'antique relique

 

    ¡Un pedazo de metal transformado en una obra de arte! - Marcel me mostró varias barras de metal y me dijo: -escoge.  Las miré y luego le extendí una.  Con movimientos decididos y un fuego altísimo, Marcel creó esta linda escultura y con mucho orgullo le colocó el sello por el cuál es reconocido a nivel nacional como el ¡mejor obrero de Francia! (L'Enseignement Technique Aux Meilleurs Ouvriers De France)

    Cuando uno estudia idiomas, generalmente quiere aprender a comunicarse y conocer la cultura de otros países, y con ello, vienen las amistades.  Esa fue mi afortunada suerte de conocer a una familia linda que son los Désautés a través de un intercambio de amigos en el año de 1971 cuando estudiaba inglés.  Muchas cartas fueron intercambiadas y no solo entre dos personas amigas, sino también con la familia, los vecinos, Monsieur Nivotti, profesor de español y su familia, y muchos amigos más de esta mi familia fancesa adoptiva.  Hasta que llegó el día de ir por primera vez a Francia que fue en 1986, cuando la moneda todavía era el franco francés.   

     Fue una experiencia maravillosa y fui tratada como un miembro más de la familia. Conocí gran parte de Francia, muchos lugares lindos y aprendí bastante sobre la cultura francesa, saboreé los deliciosos croissants en el desayuno con la confiture de fraise (mermelada de fresas), el canard a l'orange (pato a la naranja) ou un buen cocido de cochon (cerdo), mouton (oveja), o le poisson (el pescado)  en el almuerzo.  Los quesos eran sensacionales y desde ahi que me gustó el camembert.  Aparte de las ricas reposterías, vinos, cognac y mucho ¡champán!

    Un día por cierto, la Mamma Jeannine me llevó a conocer a su familia: su hermano Marcel y su esposa Angeline, que me trataron super bien.  Fueron bien gentiles y me ofrecieron champán y biscotela.  Ellos mismos preparaban sus champagnes y sus vinos.  ¡Y esto a las 10 a.m!! El aperitif es todo un ritual. No hay almuerzo sin aperitif y es muy divertido ya que le abre a uno el apetito con una buena conversación, es un momento de relax, de armonía.

    Yo tendría mucho que contar de Francia y de sus hermosas iglesias y lugares visitados, pero ahora solo quería contar que conocer a la familia (hermanos, primos, tíos, abuelos) de esta familia amiga fue maravilloso.  Cada uno con sus respectivos gustos y costumbres y lo bien que me hacían sentir. El acto de presenciar y conocer a alguien con un oficio tan milenar que es el del herrero, me llenó de emoción.  Fui muy afortunada poder ser testimonio de todo el proceso de creación y ver como un metal tan duro se vuelve maleable a una temperatura tan alta, pudiéndole dar forma con un martillo y el soplado que requiere de mucha destreza. Este oficio, no es para cualquier uno, hay que ser muy bueno y obtener el sello de mejor obrero de la France, entonces ¡mucho mejor!.  Dichosa me siento de haber presenciado tan hermoso trabajo.  Ahora tengo esta linda pieza de recuerdo en un lugar privilegiado de mi sala y que nunca la olvidaré.